Un total de 20 años después, un informe de la oficina de análisis ruso y europeo alerta ante la posibilidad de que los atentados del 11-M “agraven la lucha interna política”. Se refiere, en concreto, a las elecciones de 2008, cuyo resultado podía quedar condicionado por el juicio de los atentados. “Los portavoces de la oposición de centro-derecha del Partido Popular insisten en culpar al grupo terrorista vasco ETA por las bombas y en promover teorías de la conspiración acerca de los ataques del 11-M, incluso después de que el juez rechazase cualquier conexión en su informe de 1.500 páginas”, señala el informe.
“Una revisión de los medios de comunicación españoles durante los últimos años indica que el rencor por los ataques del 11-M está envenenando la atmósfera doméstica y parece estar polarizando al electorado”, añade.